Directo al Paladar
Contenidos contratados por la marca que se menciona

+info

¡Oh lalá, las crêpes! Estas finas tortitas francesas empezaron a cocinarse por primera vez en Bretaña en el siglo XIV, donde son conocidas como de «krampouezh». La crêpe, humilde en sus orígenes, se elaboraba con trigo sarraceno, mucho más accesible que el trigo de uso común actual. Afortunadamente, no ha dejado de evolucionar, hasta convertirse hoy en día en uno de los bocados más exquisitos de la gastronomía francesa. Tanto es así que el 2 de febrero se celebra en Francia el Día de la Crêpe, más conocido allí como La Chandeleur o La Candelaria, una festividad local que los franceses celebran preparando y comiendo todo tipo de crepes.

La versatilidad de las crêpes es uno de los secretos de su éxito. Pueden ser dulces o saladas, admitiendo cada una de ellas casi una infinidad de sabores y combinaciones. Tienen la capacidad de hacer que una sencilla comida o cena se conviertan en una fiesta, sobre todo si llevan un relleno como este: espinacas y queso Gorgonzola. Un matrimonio franco-italiano muy bien avenido que se complementa a la perfección con un poco de salsa bechamel y unos piñones tostados. Cualquier momento es bueno para disfrutar de una sabrosa crêpe.

Sobre el origen del queso Gorgonzola existen diversas teorías. Hay quienes afirman que el Gorgonzola fue producido por primera vez en la localidad del mismo nombres a las puertas de Milán, en el año de gracia de 879. Otros defienden que su nacimiento tuvo lugar en Pasturo (Valsassina), gran centro quesero desde hace siglos, gracias a la presencia de cuevas naturales, cuya temperatura media constante se mantiene entre los 6°C y los 12°C, perfecta para la maduración del queso. Sea cual sea la auténtica, es el queso ideal para utilizar en esta receta. Cremoso y con mucho sabor.

Ingredientes

Para la masa de las crêpes:

  • 2 huevos
  • 110 g de harina de trigo
  • 240 ml de leche
  • 2 g de sal
  • 115 g de mantequilla derretida

Para el relleno:

  • 1 cebolla
  • 300 g de espinacas frescas
  • 200 ml de salsa bechamel
  • 1 cucharada de piñones, tostados
  • 250 g de queso Gorgonzola Dolce
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal
  • Pimienta negra molida

Dificultad

Fácil

Tiempo de elaboración

20 minutos

Tiempo de cocción

35 minutos

Cómo se hacen las crêpes rellenos de espinacas y queso Gorgonzola: paso a paso fácil y rápido

Preparamos la masa de las crêpes

Ponemos todos los ingredientes de la masa en el vaso de una batidora o robot y mezclamos a velocidad baja para no incorporar aire. Si no disponemos de estos electrodomésticos, podemos hacer el proceso en un bol y con unas varillas de mano. Basta con remover a mano todos los ingredientes hasta obtener una masa homogénea y sin grumos.

Tapamos la masa y la dejamos reposar dentro de la nevera un mínimo de 30 minutos, aunque la podemos hacer con más antelación (máximo tres días) y ahorrarnos algo de trabajo cuando llegue el momento de preparar la receta.

Cocinamos los crêpes

Calentamos una crepera a fuego medio y, cuando alcance buena temperatura, cogemos un cacito de masa y la vertemos en el centro. Agarrando la crepera por el mango, la giramos rápidamente para extender la masa por toda la superficie.

Cuando los bordes se vean ligeramente dorados y se despeguen, volteamos ayudándonos de una espátula de silicona y cocinamos la crêpe por el otro lado. En menos de un minuto estará lista y la podremos retirar a un plato.

Repetimos la operación con el resto de la masa hasta terminarla. Cuando tengamos las crêpes listos, las reservamos.

Pochamos la cebolla

Pelamos la cebolla y la cortamos en brunoise, es decir, en pequeños dados. Calentamos un poco de aceite en una sartén y, a fuego bajo, la pochamos durante unos cinco minutos o hasta que esté traslúcida. Retiramos del fuego y reservamos.

Blanqueamos las espinacas

Calentamos un par de vasos de agua en una cacerola, añadimos una cucharadita de sal y llevamos a ebullición. Sumergimos las espinacas frescas, removemos y apagamos el fuego.
Retiramos las espinacas con una espumadera y las escurrimos bien. Después las pasamos a un recipiente con agua y cubos de hielo para cortar la cocción.

Una vez frías pasamos las espinacas a un colador y presionamos con la mano para ayudar a que pierdan la mayor cantidad de agua posible. Podemos coger puñaditos de espinacas y estrujarlos con las manos, es la técnica más eficaz.

Sobre una tabla de cortar picamos las espinacas a cuchillo, las mezclamos con la cebolla pochada y salpimentamos al gusto. Reservamos.

Tostamos los piñones

En una sartén pequeña, sin nada de aceite, tostamos los piñones a fuego medio bajo. Removemos de vez en cuando y vigilamos que no se quemen. En cuanto adquieran un poco de color, retiramos la sartén del fuego y dejamos que se terminen de dorar con el calor residual. Reservamos.

Montamos y terminamos los crêpes

Rellenamos cada crêpe con una capa de salsa bechamel, espinacas, piñones y dados de queso Gorgonzola. Doblamos por la mitad, dos veces, como si fuera un pañuelo.

Colocamos todos las crêpes rellenos en una fuente de horno. Regamos con un hilo de salsa bechamel y cubrimos con más dados de queso Gorgonzola. Gratinamos bajo el grill y, en cuanto empiecen a dorarse, retiramos del horno y servimos inmediatamente.

Salsa bechamel casera: el truco para que salga perfecta

Una buena salsa bechamel casera es insuperable y, ya sea para usar en estas crêpes o en otras elaboraciones, la diferencia se nota en el resultado final. Hay quien le tiene pánico a esta popular salsa francesa, pero con este truco siempre sale perfecta.

Con todos los ingredientes listos (250 ml de leche, 1 cucharada colmada de harina, 10 g de mantequilla, una pizca de sal, nuez moscada y pimienta blanca al gusto), el quid de la cuestión reside, simple y llanamente, en introducirlos en frío dentro de una cacerola, llevarla al fuego y calentar a media potencia al tiempo que removemos sin parar con unas varillas. La salsa espesa poco a poco según va subiendo la temperatura y en unos cinco minutos tiene la consistencia perfecta y ni uno solo grumo. Más sencillo y eficaz, imposible.

Otras ideas de rellenos: para crêpes salados y dulces

Las crêpes son muy versátiles y se pueden rellenar con infinidad de ingredientes, ya sean salados o dulces. Si las espinacas no son lo tuyo, la receta no te convence o te apetece probar combinaciones diferentes, aquí van unas cuantas propuestas que casan de fábula con el queso Gorgonzola.

  • Espárragos y champiñones
  • Calabacín y tomates secos
  • Cebolla confitada y calabaza
  • Bacon y puerro
  • Ternera y rúcula
  • Manzana caramelizada y sultanas
  • Pera e hinojo
  • Higos y miel
  • Uvas y nueces

 

Más contenidos de Recetas Gorgonzola