Hace tiempo que la ensalada de toda la vida, la de lechuga, tomate y cebolla aliñada con aceite y vinagre, pasó a la historia para dar paso a combinaciones más modernas, divertidas, sabrosas y, sobre todo, originales. Ingredientes como los frutos secos, el queso, frutas y verduras de todo tipo y aliños impensados hasta la fecha han invadido el panorama culinario para beneficio de muchos. Una de nuestras favoritas es la ensalada templada de pera, crujiente de jamón y queso Gorgonzola, por sus contrastes de sabor y la capacidad que tiene para sorprender al paladar.
Usamos una cama de hojas verdes; en este caso, rúcula. Es una hoja resistente al calor y, puesto que las peras y el aliño se incorporan con cierta temperatura, es la mejor elección. Aunque nada nos impide usar, por ejemplo, espinacas o escarola. Al gusto de cada cual. Este no es el único cambio que podemos incorporar a esta receta: el jamón se puede presentar sin deshidratar o sustituir por jamón de pato o tiras de bacon salteado; la miel se puede cambiar por sirope de arce o de agave; y los piñones por otro fruto seco. Lo que nos resistimos a cambiar es el queso Gorgonzola, pues su cremosidad y sabor aportan el equilibrio perfecto que requiere esta ensalada.
Parece ser que el queso Gorgonzola nació por distracción, allá por el año 1000, en la localidad milanesa de Gorgonzola. Más de cuatrocientos maestros queseros del territorio de producción (en las regiones de Piamonte y Lombardía) son responsables de mantener viva la tradición del «rey de los quesos azules», que se produce solo con leche entera recién ordeñada procedente de la zona de origen, donde se cura y fragmenta para su venta. Si no se cumple sólo una de estas condiciones, no es un queso Gorgonzola Dop.
Ingredientes
- 30 g de piñones
- 4 lonchas de jamón serrano
- 2 peras
- 20 g de mantequilla
- 1 cucharadita de aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharadita de miel
- 1 cucharadita de vinagre balsámico
- 1/2 cucharadita de mostaza de Dijon
- 120 g de rúcula
- 70 g de queso Gorgonzola, en dados
- Sal
- Pimienta negra molida
Dificultad
Fácil
Tiempo de elaboración
10 minutos
Tiempo de cocción
15 minutos
Cómo se hace la ensalada templada de pera, crujiente de jamón y queso Gorgonzola: paso a paso fácil y rápido
Tostamos los piñones
Calentamos una sartén a fuego medio, sin nada de aceite. Agregamos los piñones y los tostamos hasta que estén dorados, removiendo para que no se quemen. Retiramos y reservamos.
Deshidratamos el jamón serrano
Preparamos el crujiente de jamón extendiendo las lonchas en una bandeja de horno, sobre papel vegetal. Gratinamos en el horno hasta que estén secas, volteando para que se hagan por las dos caras. Reservamos (se volverán crujientes según se enfrían) hasta el momento de servir, cuando las rompemos en trozos del tamaño preferido.
Si preferimos usar beicon, que es una buena alternativa, cortamos cuatro lonchas en tiras finas y las freímos en la misma sartén que hemos usado para tostar los piñones hasta que estén doradas.
Caramelizamos las peras
Pelamos las peras y las cortamos en cuartos. Retiramos las semillas y la hebra que las recorre de un extremo a otro.
Calentamos la mantequilla y el aceite en una sartén limpia. Salteamos los cuartos de pera junto con un poco de sal, pimienta y miel durante cinco minutos, volteando para que se caramelicen por todas sus caras.
Añadimos el vinagre balsámico y salteamos cinco minutos más. Retiramos las pera de la sartén.
Preparamos el aliño
Con los jugos que quedan en la sartén preparamos un aliño templado, añadiendo una cucharadita de miel, otra de vinagre balsámico y media de mostaza de Dijon.
Salpimentamos al gusto mientras calentamos el conjunto.
Montamos la ensalada
Cubrimos la base de dos platos hojas de rúcula, pero también podemos hacerlo en una fuente de servir.
Colocamos las peras caramelizadas en el centro, los trozos de jamón crujiente y los piñones tostados por alrededor y regamos con el aliño templado.
Terminamos con dados de queso Gorgonzola al gusto y servimos inmediatamente.
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